Después de varios… no sé cuánto tiempo, pero sé que son
varios –minutos, días, meses, años… no importa. Después de todo ese tiempo que
se cuela por las marcas de tu rostro, por los hilos de plata que adornan tu
cabello y ese maravilloso contorno tuyo de la espalda, te encuentro frente a
mí.
Me cuentas que aún lloras por las noches, todavía te
avergüenza mostrar tu amor en público, sigues creyendo que el mundo está en tu
contra… aún veo en tu, todavía, joven rostro, las marcas de dolor y sufrimiento
inútil. ¿Cuánto estoy en disposición de
manejar?, no lo he descubierto, pero sé que hoy, que estás frente a mí, observo
con mayor cuidado, aquello que fue y la nostalgia que causabas en mi interior.
“Vergüenza es soberbia…” escuché alguna vez. Vergüenza de
qué, por quién. Tomar café, escuchar tus letras y tus miedos. Ver tus imágenes
y desinhibiciones. Sentir que me deseas cerca y lejos. Aspirar la vejez de tu
aura y el desazón que recorre ese contorno de tu espalda.
Mirar un espejo, reflejarme, reflejarte, reflejarnos.
Ver en ti una doble cara: la que das al mundo y la que has decidido
presentarme a mí. Ir contigo a tu hogar y descubrir tus soledades maquilladas
por cada uno de los objetos que te habitan. Tú, siempre buscando ocultarte en
cada recoveco y en cada ocasión. Te escurres entre mis manos, como un pez, que
anhela regresar a su medio, sin razón
aparente. Intuyo que es por miedo de perder… ¿perder?, ¿qué?
No ganarás nada conmigo, no ganarás nada con nadie. Lo que
buscas nadie te lo pudo ofrecer. Hoy me quedo aquí, escuchándote, viéndote,
aguardando y en silencio… Sólo puedo acompañarte y hacerte sonreír. La risa
cura algunas heridas, aunque sea sólo por un instante.
Abandoné tu hogar. Hoy no hubo beso de despedida, como hace
tiempo –minutos, días, meses, años… no importa. Te quedaste entre cuatro
paredes respirando tu soledad, yo quedé sin tu compañía y caminé por calles
inundadas.
Hoy quedó ese rumor en el viento. Hay batallas que se pelean
en soledad, pero no significa que no puedas tener mi compañía. La soledad compartida
es mejor.
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