No hay gran cosa que pueda decirte… sólo sé que soy mi
pasado y mi pasado me hace ser quien
soy; me hace ser esa persona que llamó tu atención y a quien, en sueños,
deseaste cazar, aún sin saber que esto pasaría.
Benditas sean las ganas de aventura, benditas las ilusiones
que llevan a la idea, bendita la dulzura de tus palabras, benditas las acciones
inflamadas del espíritu que te
llevaron a mí.
Soy mi pasado, soy todas esas cosas que te aterran, soy todo
aquello que desearías pudiera olvidar… Sí, soy todo eso y siempre lo seré, pero
hoy soy presente y mi presente eres tú con tus letras, con tus caricias
distantes y tus versos.
Benditas esas noches de desvelo en que la musa guía tu
espíritu porque en ellas… aunque no estés conmigo, has de llevarte un poco de
mí.
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