domingo, 16 de septiembre de 2012

Esperanza poética... sin Fe



Llovía… sólo llovía. 

Desde el tapanco que está fuera de la habitación veía las gotas de agua.

Caían con ese inconfundible tap, tap, tip, tap… sobre el acrílico que cubre el tapanco. 

Vi cómo el sol se ocultaba tras una nube  que, a su vez, magnificaba los edificios de Santa Fe.

Desde ese tapanco vi la avenida; una llamada de los poetas… aquellos a quien nadie conoce por aquí.

Recordé esas veces que pasamos por la avenida y las veces que juramos… ¿Qué juramos?

La lluvia inclemente, con su incansable tap, tap, tip, tap también se llevó ese juramento.

Un café… sólo tomando café.

Desde el tapanco tomando café mientras la lluvia cubre la civilización y yo… en el campo.

Cayeron los rayos, callaron las voces… enmudecidas por el tap, tap, tip, tap sobre el acrílico y Santa Fe.

Vi marcharse… ésa… mi fe. Fe atravesada por los poetas…aquella a quien ya nadie conoce por aquí.

Recé por ayeres y presentes… aquellos que la Santa nos vio jurar y donde vio también un “no será”.

La primera vez, yo, con diecinueve esperanzas… la segunda, tú, con diecinueve anhelos.

Una lluvia, un café, una esperanza poética y sin fe…