jueves, 24 de enero de 2013

Tiene miedo de mirarte…





Escucha tus palabras y sabe que no mientes pero ya no puede creerlas.
¿Por qué?
Tiene miedo de mirarte porque sabe que si te mira comenzará a creer una fantasía, creerá en tus palabras.
Tiene miedo porque confiar en ti es caer; caer en la vulnerabilidad, en la ilusión de abrir las ventanas, que debieron permanecer cerradas, y observar un interior que no fue hecho para ella. Un interior que siempre se ha negado a ver y, sin embargo, cayó con gusto, pero al asomarse a ese mundo nuevo, la ventana se cerró violentamente.
El piso firme se manchó rápidamente con el purpúreo  encuentro con la realidad… su rostro sigue goteando y no se atreve a levantar la cara.
Hoy cierro mi ventana desde donde la veo, desde la salvedad de mi puesto en el que sé y puedo decir que no quiere mirarte porque conoce el poder de tus letras, de tus ojos… de ti. ¿Cómo culpar su miedo? En la vulnerabilidad es donde se es más frágil y donde todo se rompe con facilidad.
Hoy es el cuarto día y mientras espío, desde mi ventana entreabierta, la veo ahí… su rostro, su mirada sigue clavada en ese piso firme cual si deseara anclarse en él para siempre… casi puedo leer sus pensamientos… “Volar no es para mí”.