domingo, 3 de febrero de 2013

Benditas mis noches que guardan tu recuerdo.



Me hicieron falta tus letras, tus caricias, tus versos… tú.
No hay gran cosa que pueda decirte… sólo sé que soy mi pasado y mi pasado me hace ser  quien soy; me hace ser esa persona que llamó tu atención y a quien, en sueños, deseaste cazar, aún sin saber que esto pasaría.
Benditas sean las ganas de aventura, benditas las ilusiones que llevan a la idea, bendita la dulzura de tus palabras, benditas las acciones inflamadas del espíritu que te llevaron a mí.
Soy mi pasado, soy todas esas cosas que te aterran, soy todo aquello que desearías pudiera olvidar… Sí, soy todo eso y siempre lo seré, pero hoy soy presente y mi presente eres tú con tus letras, con tus caricias distantes y tus versos.
Benditas esas noches de desvelo en que la musa guía tu espíritu porque en ellas… aunque no estés conmigo, has de llevarte un poco de mí. 
Que la luna te lleve mi mensaje desde una tierra lejana, para beneplácito de esta impaciencia que me conduce a tu regazo.


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