viernes, 7 de noviembre de 2014

Para ti...



Repasé una vez más mi  memoria y ahí te volví a encontrar.

Ha pasado casi un año y el mundo es distinto para todos. Mi camino ha tomado matices inesperados y me he reencontrado a mí misma. Me sigues doliendo como una cicatriz que tarda en sanar y tu marca me recuerda cuán importante te mostraste y te anidaste en mi camino. Te recuerdo y te siento cerca a pesar de que  esta historia ha mostrado un “ya no más”.
Hoy la tristeza me llena, pero, a pesar de que sigues siendo parte de ella, esta tristeza me ha llevado a otro lugar y me ha transformado sustancialmente. Puedo seguir con cierta tranquilidad mi camino, sabiendo de antemano que eres feliz y que ahora puedo verte a lo lejos sin llorar.

Mi mirada y mi amor están puestos en otro lado. Mi tristeza y dolor también.
No puedo dejar que el miedo y el dolor me paralicen, a pesar de no saber hacia dónde caminar. Sólo tengo estas manos y este cuerpo y esta mente y este ser. ¿Para qué?, tal vez para poder accionar. Por fin entiendo esto de la soledad: No es que la vida signifique estar al lado de alguien o que ése sea un elemento fundamental de nuestra existencia. El otro –el que no soy yo- puede acompañarme a pesar de la distancia y su ausencia dolerme en lo más profundo.

Hoy no sé qué hacer con esta tristeza que tenía guardada, olvidada y archivada en mis carpetas. Hoy regresan esos nombres desconocidos a suplicarnos no olvidar… No debemos olvidar. Cada uno representa ese pequeño y frágil momento en el que deseamos lo mismo que aquellos que hoy se disolvieron en el viento. Su susurro está en el aire y no puedo ser indiferente.
En mi memoria estás tú, pero mis letras y mis emociones han cambiado de lugar. No te olvido, porque eres parte de mí. No te olvido porque, al final nos tocó compartir este andar y tal vez debemos encontrar una razón para seguir. Estoy orgullosa de haber encontrado la mía y de recuperarme a mí misma después de 8 años de olvido. Sigue en tu camino, sigue creciendo como te he visto crecer (¡qué dicha verte así!) y, aunque lo dudes, sigo teniendo noches estrelladas en las que la luna me sonríe y pido a ellas por ti. Gracias por todo y buena suerte.

No hay comentarios: